Marta, nuestra alumna de la semana, tuvo dudas sobre lo que estudiar hasta última hora. De pequeña no lo tenía claro y pensó desde Derecho hasta alguna ingeniería. A partir de 3º de la ESO vio que le tiraba la rama sanitaria. Intentó matricularse en Biomedicina, pero le faltó una décima para entrar y el destino le tenía preparado algo mejor: accedió al grado en Medicina y no puede estar más contenta.
Le encanta el contacto con el paciente y en un futuro se ve ejerciendo como cirujana. La próxima semana verá en directo su primera cirugía y está realmente emocionada. La vena sanitaria no le viene de familia, ha sido una vocación que ha encontrado por ella misma: “Cuando veo a los médicos lo que siento es admiración”. De siempre ha sido así, pero a raíz de la pandemia aún más. Marta viene de Málaga y llegó a la residencia el curso pasado junto a su amiga Silvia, compañera de clase en 1º y 2º de Bachillerato. Marta y Silvia comparten una habitación doble por segundo año: “La convivencia está yendo genial; cuando estábamos pensando en venir a Sevilla y a una residencia, la una tiró de la otra. Nos animamos mutuamente y estamos súper contentas”.
De la resi lo que más le gusta es que “hay muy buen rollo y nos llevamos genial”. Cuando empezó este segundo curso sentía la residencia tan suya que al ver a los nuevos residentes pensó “¿Qué hace toda esta gente nueva en mi casa?” pero a los pocos días ya los consideraba otros nuevos miembros de la familia Camplus Sevilla.
Siempre tuvo claro que a los 18 quería probar la experiencia de salir de su casa y de Málaga. Sevilla le ha enamorado desde pequeña y, curiosamente, al salir de Málaga ahora valora más su propia ciudad. “Cuando vivía en Málaga decía que estaba enamorada de Sevilla, pero ahora que me he ido también sé que lo estoy de mi ciudad”. A veces echa de menos el paseo marítimo o tomarse unos boquerones y unas tapitas con su familia en el bar de su padre, aunque también le encanta una cervecita en el sevillano barrio de Santa Cruz.
Le encanta viajar y conocer pueblos y sus gentes. También le gusta mucho leer y nos ha confesado que escribe poesías… Aunque no se las enseña a nadie.