Hoy traemos como alumno de la semana a Lucas, que viene de Vigo, otra de esas ciudades que, a pesar de la lejanía con Sevilla, nos ha traído ya bastantes residentes.
Estudia Ingeniería de la Salud, en la US. Hasta Bachillerato no sabía bien qué hacer. Le interesaba la parte de Ciencias de la Salud, pero también la ingeniería. Curiosamente, su madre es médica y su padre es informático, por lo que en sus estudios toca cosas de ambos ámbitos.
Hace un par de años, le empezaron a hablar de esta carrera y le interesó mucho. En el resto de España se llama Ingeniería Biomédica y Sevilla está más especializada en la parte informática, algo que le gusta.
En el futuro, le gustaría trabajar en el sector privado, en la investigación e innovación de prótesis y materiales hospitalarios, aunque tampoco le desagrada la opción de desarrollo de software hospitalario. Cree que en su sector puede haber más oferta fuera de España que aquí y no descarta salir, aunque preferiría no hacerlo para estar cerca de su familia. Ya ha tenido la experiencia vivir en el extranjero con etapas de intercambios en Inglaterra y le ha gustado.
Es un apasionado del fútbol. Por supuesto es celtiña y es socio del Celta. Jugó federado en el Coruxo de Vigo hasta 2º de Bachillerato que lo dejó para centrarse en los estudios. Ahora juega en el equipo de la resi, pero le gustaría jugar en algún equipo aquí en Sevilla. También ha hecho taekwondo y llegó a cinturón marrón, y tiene su puntito de artista, pues tocaba el clarinete cuando era más pequeño.
Lucas es una persona que, en un principio, puede ser algo tímida, pero después es muy muy sociable y abierto y ha hecho muchos amigos en la resi. Al llegar le costó un poco por estar lejos de su casa y en un ambiente nuevo, pero enseguida se adaptó. Es de esos residentes que generan buen rollo y siempre agradable y muy educado con todo el personal.
En la ciudad se siente muy cómodo. Cuando llegó en septiembre le sorprendió el clima, muy diferente al de Galicia: “Yo ya conocía Sevilla y me gusta mucho, sobre todo a nivel arquitectónico. Eso sí, echo un poco de menos el mar”.