¡Última entrevista del curso al alumno de la semana! Y el elegido es… ¡Jorge!, estudiante del Grado superior de música.
Lo suyo es más que vocacional, ¡lo lleva en la sangre! Sus padres practicaban baile tradicional gallego y, además, él era percusionista en una orquesta de folk. Es decir, ya en el vientre de su madre, ¡Jorge pasaba el día escuchando música!
No sabemos si fue por esto, por genética o porque era su destino, pero el caso es que a Jorge le ha apasionado la música desde niño. Le gustan muchos géneros: clásica, folk, salsa, ¡incluso samba!
Pronto tuvo claro cuál era su instrumento favorito, el violín. Lleva trece años con él. Además, lo ha podido tocar junto a su padre: “Compartir la música con él es algo muy bonito”.
Cuando acabó bachiller, decidió hacer el Grado superior. Se planteó la posibilidad de combinarlo con otra carrera, pero ¡era inviable!, porque la música es muy exigente. Pasa el día en el conservatorio, ¡literalmente! Y además toca en la orquesta de la Universidad de Navarra.
Su aspiración es vivir de la música tocando en una orquesta. Sabe que, para cumplir su sueño, tiene que entregarse: “No siento que es un gran esfuerzo, porque hago lo que me gusta. Para mí es una liberación”.
Decidió venir a Pamplona desde Santiago de Compostela por influencia de una profesora, que fue muy inspiradora para él: “Me ayudó a mejorar mucho técnicamente. Ella había dado clases a la profesora que tengo en Pamplona. Y me animó a seguir formándome aquí”. La residencia la visitaron sus padres, les encantó la ubicación y el hecho de que pudiera tocar en ella.
Le gusta mucho el deporte, sobre todo el fútbol, que ha practicado como jugador y como entrenador. Este año ha participado en uno de los equipos de fútbol sala de la resi y también ¡ha ganado el Torneo de ping pong!
Jorge es sociable y afectivo, le gusta compartir el tiempo con su familia y amig@s. Es una persona sensible y empática. Parece tímido al principio, pero en un entorno de confianza, ¡es un diamante!
