Marina, nuestra alumna de la semana, sintió que su vida dio un vuelco cuando sufrió una grave lesión en la rótula. Ella ha practicado triatlón desde que era niña. Empezó su hermano y después se animó ella. Definitivamente, ¡era un deporte muy duro! Su hermano decidió abandonar, pero ella no desistió.
Ha tenido la oportunidad de vivir experiencias inolvidables, como competir en equipo en campeonatos de España, y tenía muchas posibilidades de hacerlo en el ámbito internacional. Hasta que llegó la lesión… “Con ayuda de mi familia y mis amig@s, me voy reponiendo. He empezado a entrenar, aunque aún siento dolor. No imagino una vida sin practicar deporte. Me ayuda a liberar la mente y a concentrarme en el estudio. El triatlón te aporta mucha disciplina y fuerza mental. La dureza hace que te unas mucho a tus compañer@s. Y es muy gratificante cuando los resultados llegan, sientes que el esfuerzo ha valido la pena”.
Estudia Psicología y lo tiene muy claro: se especializará en Psicología deportiva. “Me encantaría ayudar a otr@s deportistas que sufren una lesión, para que puedan manejar la frustración”. Tampoco descarta la psicología forense;, le parece apasionante introducirse en la mente de un criminal y entender su funcionamiento.
Eligió la UNAV por su prestigio. Era una apuesta fuerte, porque ella ¡es canaria! El clima se lleva… regular, pero le encanta la ciudad, por su ambiente y su tamaño asequible.
Vio muchas residencias antes de decidirse. “Yo quería que estuviera en el centro, para tener todo accesible. Vine, la vi y me encantó. He hecho buenas amistades y estoy muy contenta”.
Echa de menos a su familia, ¡aunque vienen a verla más de lo que esperaba! La próxima semana lo hará su abuela. Echa de menos no poder comunicarse con su perro, un bichón maltés, al que añora mucho.
Marina es una persona con determinación. La vida le ha enseñado que, con perseverancia, se llega muy lejos. Es testaruda y, cuando tiene un objetivo, no cesa en el empeño. Es una persona madura y con las ideas ¡¡muy muy claras!
