Terminamos el año de la mejor forma posible, con una alumna muy especial. Irati forma parte de “una dinastía” maravillosa de campluseras, ya que sus dos hermanas vivieron en la resi mientras estudiaban la carrera en la UNAV: Ane hizo Arquitectura, Leire Enfermería, e Irati ha optado por Farmacia. Sus padres, Patxi y Mariví, son un sol, ¡están en el altar de las familias campluseras!
En principio, Irati no iba a seguir la estela familiar. Prefería quedarse en Bilbao, porque practica gimnasia rítmica por conjuntos desde que era niña y no quería desligarse de su grupo. ¡Son muchos años compitiendo juntas! Sin embargo, la experiencia de sus hermanas había sido tan positiva que decidió estudiar en Pamplona. Eso sí, ¡todos los fines de semana regresa a Bilbao para entrenar con su equipo!
La gimnasia le ha aportado mucho, no solo en el deporte, sino en su vida personal: “Me ha ayudado a tener disciplina. Y a manejar el estrés, la presión. Es un deporte muy exigente, en dos minutos tienes que demostrar el trabajo de todo el año y te puede salir mal. Cuando tengo que enfrentarme a un reto, aplico lo que he aprendido entrenando; pienso que debo intentarlo y, si no sale bien, no pasa nada. La gimnasia también es mi vía de escape, me sirve para desconectar de las preocupaciones. Además, no me cuesta ir a entrenar, porque tengo una relación muy estrecha con mis compañeras y nos apoyamos mucho”.
Reconoce que, desde que está en Pamplona, se ha entregado en cuerpo y alma a la carrera: “Tengo que estudiar mucho, no queda tiempo para demasiadas cosas”.
Irati es una persona tranquila, ¡no se altera fácilmente! También es colaborativa, le gusta ayudar cuando alguien le necesita. ¡Y muy familiar! “Mis hermanas y yo somos muy distintas, pero muy complementarias. Nos llevamos muy bien”. Damos fe de que las tres valen ¡su peso en oro!
