Hoy queremos presentarte a Javi, alias “el churrero”, como le llamamos cariñosamente en la residencia, un apodo que él lleva ¡con mucho orgullo! No en vano, la churrería de Marcilla fue creada por su familia y ha pasado de generación en generación. Empezaron desde cero y a fecha actual ¡son un referente en Marcilla y su comarca!
Él no descarta involucrarse en el negocio familiar cuando acabe la carrera, y quizá ampliarlo, aunque también le atrae la idea de trabajar por su cuenta. Estudia ADE y ya tiene claro cuál es el ámbito de la empresa que más le interesa: la gestión de personas, en particular todo lo relacionado con la motivación y la retención del talento.
Durante un tiempo, se planteó estudiar Ciencia de Datos, pero no se arrepiente de haberse decantado por ADE, es una carrera muy amplia que le ofrece muchas opciones. También se alegra de haber elegido la UPNA, tanto por el plan de estudios como por los servicios y las instalaciones.
En la residencia se siente muy cómodo e integrado: “La gente que he conocido aquí es maravillosa”.
A pesar de estar adaptadísimo en Pamplona, él se siente “muy de Marcilla” y le gusta regresar los fines de semana: “Me encanta la vida en el pueblo: compartir tiempo con mi familia, estar con mis amig@s, en la peña, en el campo de fútbol…”
De hecho, siempre ha jugado a fútbol en el equipo de Marcilla y es algo que echa de menos… Es una afición que compartía con sus amig@s ¡desde 6º de primaria! El año pasado iba y venía desde Pamplona, pero este año ha tenido que “colgar las botas” por los horarios de clase.
Javi es bonachón, sociable y “majete”. Se considera un poco tímido, pero conocer tantas personas en la residencia le ha ayudado a abrirse. Destaca en él su sinceridad, lo que ves ¡es lo que hay! Es así como le ha educado su familia, que para él ¡es sagrada!