Hoy tenemos como alumna de la semana a Rosa, que está en su segundo curso con nosotros y que estudia Arquitectura en la US.
Viene de Priego de Córdoba y, curiosamente, vivir en una residencia de estudiantes no era su primera idea y venir a Sevilla tampoco. La mayoría de sus amigos iban a estudiar en Granada y ella estuvo dudando, pero se informó y le convenció más hacerlo aquí.
Pensaba que en una residencia viviría más “encerrada” y que en un piso tendría más libertad, pero ahora está encantada, sobre todo, porque ha hecho muchísimas amistades: “Algunas amigas de la resi ya son como mi familia”. La ciudad también le está gustando, sobre todo, la oferta cultural que tiene y que siempre hay cosas que hacer.
Su padre es ingeniero y verlo siempre con sus proyectos, hizo que ella empezara a interesarse por la Arquitectura. Cuando termine, le gustaría enfocarlo a las energías renovables: “Creo que tenemos un problema. Por ejemplo, en Sevilla me he dado cuenta de que hay demasiada construcción; el modelo en las grandes ciudades tiende a la masificación. Hay, por ejemplo, demasiada contaminación lumínica en comparación con Priego de Córdoba que hay muchas más zonas verdes”. Su pueblo pertenece a la Comarca de la Cordillera Subbética y vive rodeada de montañas, lo que contrasta con Sevilla que es muy llana.
Rosa toca el piano desde los 8 años en el conservatorio y no descarta, una vez que termine la carrera, hacer las pruebas para el Conservatorio Superior. Ha hecho muchas audiciones: “Cuando trabajo mucho una obra y luego veo que me ha salido bien es algo que me llena mucho”. Piensa que el piano es una carrera que no está lo suficientemente valorada: “Empiezas con 8 años y acabas con 22 y es muy difícil compaginarla con el Bachillerato con tantas horas de clases y de estudio”. Ahora en la resi tiene un teclado electrónico en su habitación y sigue tocando. También ha hecho gimnasia rítmica, ballet, danza urbana, yoga, pilates… Siempre ha combinado el conservatorio con alguna de estas actividades: “El