Nuestro alumno de la semana ¡y primero del año! es Ignacio. Al preguntarle qué espera del 2024, lo tiene claro: “Espero que esté pleno de experiencias que dejen huella y que, a pesar de trabajar duro, pueda disfrutarlo”.
De momento, ¡está feliz! Le gusta la ciudad y la ubicación de la residencia ya que, al estar en el centro, puede desplazarse caminando y todo está accesible: copisterías, farmacias, restaurantes y, por supuesto, ¡la universidad!
Él estudia Arquitectura en la UNAV, y dice estar encantado: “La Arquitectura me apasiona. Se trabaja muchísimo en clase, pero me resulta muy entretenido y por eso no se me hace duro”.
Su padre es arquitecto y le animó a elegir la carrera, ya que Ignacio tenía algunas dudas. Le atraía Arquitectura, pero también el Grado en Ingeniería de la Energía y en Diseño industrial y electromecánica. Confió en su padre, también a la hora de elegir la universidad. Él le dijo: “Si vas a hacer Arquitectura, debes escoger una buena universidad. Hazme caso y estudia en la UNAV”.
Y fue así como abandonó Burgos y se vino a Pamplona. La elección de la residencia fue más fácil; se la habían recomendado vari@s conocid@s en Burgos. Además, uno de sus hermanos vivió en ¡Camplus Bononia! durante su Erasmus en Italia y guardaba muy buen recuerdo.
Aunque aún le queda camino, le gusta pensar en su futuro. Cuando termine la carrera, quiere hacer un Máster en Finanzas, para formarse y, algún día, abrir un estudio de Arquitectura. Le gustaría aprender con su padre, y después “volar”, quiere labrarse su propio porvenir. También le parece imprescindible viajar, conocer la Arquitectura que se hace en otros países ¡y continentes!, para empaparse y encontrar su propio estilo.
En su tiempo libre, le encanta practicar deporte: fútbol, baloncesto, volleyball, natación, hockey… cualquier cosa ¡antes que estar en el sofá! Este año es el capitán de nuestro equipo Camplus B de fútbol 7.
Se considera una persona familiar, no en vano ¡tiene cuatro hermanos! Le gusta tratar bien a los demás, al margen de cómo correspondan. Es atento, educado y amigable. ¡Un gentleman castellano!