Carla, nuestra alumna de la semana, se sintió inmediatamente atraída por el Programa para personas con discapacidad intelectual. Ya ha tenido ocasión de hacer prácticas y ha comprobado que acertó con los estudios. Ella quería un Grado en el ámbito social o sociosanitario, pero no sabía cómo concretarlo: “Me está gustando mucho más de lo que creía. Es muy enriquecedor ayudar a personas con una discapacidad, pero sin infantilizarlas, porque son mucho más capaces de lo que creemos”.
Ella quiere aportar su granito de arena en un mundo mejor: “Debemos crecer como sociedad y como colectivo, y ayudar en la labor de concienciación”. Cree que falta mucho camino por recorrer, también en el reconocimiento y la protección a l@s trabajador@s del sector, que a veces se ven desamparados ante situaciones que se presentan, con pacientes con brotes psicóticos, por ejemplo.
Uno de sus retos es aprender a mantener la distancia emocional: “Es mi desafío, no llevarme su realidad a casa. Cuando te pones el uniforme, eres su apoyo. Y cuando te lo quitas, debes saber ayudarte a ti misma”.
Eligió Pamplona por la proximidad con Logroño; y la residencia por la ubicación y por el ambiente de la residencia. “No me lo pensé, la vi, reservé y estoy muy contenta. Me encanta la localización. Y he conocido personas encantadoras”.
En su tiempo libre, le gusta ir al pueblo, para pasear y tomar algo. ¡La vida tranquila! También le encanta viajar, sobre todo con su familia. ¡Todos los años hacen “un buen viaje”! “Estoy muy orgullosa de la familia que tengo. Valoro mucho las oportunidades que me han dado”.
Carla es una chica risueña y con sentido del humor. Se considera empática, le gusta escuchar a los demás y aprender de cada persona. También es dinámica y tiene una alta motivación hacia los temas que le interesan. Siempre colaborativa, en la unión encuentra la fuerza. Es claramente ¡una jugadora de equipo!
