Antonio Alaejos

Carlos, nuestro alumno de la semana, viene de Algeciras y es el primer “novato” que traemos este curso. Lleva solo un mes en Camplus Sevilla, pero se ha integrado muy bien y ya forma parte, por ejemplo, del comité de estudiantes. Es una persona creativa, sociable y que le gusta pasar tiempo con los amigos y cuidarse, por eso es uno de los asiduos al gimnasio de la resi.

Es muy polifacético; estudia Matemáticas en la US, pero la música también ocupa un papel importante en su vida. Toca la guitarra (española y eléctrica) y el bajo. Su padre es profesor de música y ha formado parte de varios grupos y su madre le ha inculcado la pasión por el flamenco y le ha enseñado a entender el “compás” y el ritmo de las palmas: “En mi casa nos juntamos todos a tocar, igual que otras familias ven la tele juntos. Tenemos varios instrumentos en el salón y cuando arranca uno se van animando los demás… mi hermana que está en sexto de Primaria ya se está empezando a unir con la batería”.

Le gusta todo tipo de música. Cuando ha actuado en algún concierto, lo ha hecho en un grupo de rock, pero: “Me encantan también el jazz y el flamenco y más siendo de Algeciras de donde es, por ejemplo, Paco de Lucía”.  “En Sevilla hay una oferta cultural muy amplia comparada con Algeciras y tengo intención de ir a los conciertos que pueda, sobre todo a alguno de jazz”.

En la carrera está contento: “Mi interés por las matemáticas comenzó en 1º de Bachillerato por un profesor que nos empezó a trasladar ese razonamiento lógico más propio de la universidad que de Bachillerato”. El cambio a la uni lo ha notado: “Se nota la dificultad y la densidad de contenido; es importante llevarlo todo al día, pero estoy disfrutando de las clases y se nota que los profesores “viven” su profesión y que le ponen mucho empeño”.

De pequeño Carlos le decía a su madre que quería ser “inventor” y no ha renunciado a su sueño; el espíritu de inventor sigue ahí: “Matemáticas tiene muchas salidas en la empresa privada, pero también me gustaría hacer un doctorado, aunque no pierdo la ilusión de descubrir o refutar algún teorema o hipótesis, pero sé que es algo muy difícil y muy idílico”.

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