Alicia tiene las ideas muy claras. Y, en materia de estudios, ¡más! “Siempre he querido estudiar Medicina. Me gusta ayudar a los demás y aportarles un poco de felicidad. En Bachiller me esforcé mucho porque, o estudiaba Medicina, ¡o estudiaba Medicina! Si no hubiera conseguido plaza, hubiera hecho otra carrera sanitaria y trasladado el expediente…”
Ya de niña, se recuerda muy curiosa. Solía acompañar a su tía, que es enfermera, cuando tenía que hacer curas a pacientes. ¡Era su mejor pasatiempo!
En principio, no pensaba estudiar en Pamplona. Estaba ¡demasiado cerca de Tudela! Hasta que descubrió el plan de estudios de la UNAV. Y, de nuevo, lo tuvo claro: “El día que me comunicaron que había sido admitida sentí ¡alegría pura!”
En Pamplona ¡está feliz! “Voy poco a Tudela, mi madre me dice, ¡parece mentira que tenga que subir yo! He hecho grandes amigas, nueve de ellas son de la resi y dos de fuera. Nos apoyamos mucho, al vivir juntas lo compartimos todo. No somos freekies, simplemente nos encanta lo que estudiamos”.
Todas ellas son mentoras en la resi: “Nos gusta ayudar a l@s de primero, no solo con las materias, sino también aconsejándoles, sobre cómo estudiar, organizarse y afrontar los exámenes. Y nosotras, aunque seamos mentoras, ¡también aprendemos unas de otras! El mentoring nos ayuda a reforzar conceptos”.
Le va bien, saca buenas notas y no ha suspendido ninguna asignatura. Reconoce no estar del todo preparada para cuando llegue “el tropiezo”. Es muy autoexigente y sabe que, gracias a su afán de superación, ha podido hacer realidad el sueño de estudiar Medicina. “Hasta ahora, he conseguido con esfuerzo todo lo que me he propuesto. El día que no consiga mi meta, ¡será un punto de inflexión!”
Reconoce que tiene poca paciencia y que es ¡muy cabezona! Es amable y familiar, admite que sus abuelos son ¡su mayor debilidad! También tiene adoración por sus padres y por su perro Pipo. Suerte que estudia cerca de casa y puede verles ¡cuando le da la “cariñada”!