La llegada de Paula a Sevilla el pasado curso tuvo mucho suspense… Se había matriculado inicialmente en Córdoba en el Doble Grado de Traducción e Interpretación y Filología Hispánica, pero en las primeras semanas de clases, vio que no le convencía y solicitó un cambio de matrícula a la US para estudiar Filología Hispánica. Hasta el último momento no supo si podría entrar en Sevilla. Llevaba nota de sobra para haber entrado en la 1ª adjudicación, pero al elegir inicialmente otra carrera, tuvo que esperar a ver si quedaban vacantes. A la hora de elegir resi, un punto a favor de Camplus Sevilla era que había mucha gente de su pueblo… Montijo (Badajoz) ¿Os suena? Un año después no se arrepiente: “Aquí se está muy bien. He hecho muchas amigas y el personal es muy agradable”.
El suyo, es uno de los pocos grados que se siguen estudiando en la emblemática sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla (Antigua Fábrica de Tabacos) un edificio del año 1.771 nada menos. A Paula, además de sus estudios, le encanta la Facultad, y es que, es un lujo estudiar ahí.
Es una enamorada de todo lo relacionado con las letras, desde los idiomas hasta la Filosofía. El próximo curso, en 3º, quiere hacer un Erasmus y le gustaría en Polonia, Hungría o República Checa. Le gusta mucho la lectura y hacer fotos y también toca el piano. En Sevilla lo tiene algo abandonado, pero cuando vuelve a casa intenta retomarlo. También le encanta pasar tiempo con su familia y amigas.
En el futuro, tiene muy claro que quiere dedicarse a la enseñanza y es algo muy vocacional: “De pequeña incluso me disfrazaba y jugaba a dar clases”. Su idea es opositar para profesora de Secundaria, aunque últimamente también está valorando hacerse profe de español para extranjeros. Paula es una persona muy extrovertida y con don de gentes, por eso sabemos que cuando se convierta en profesora lo va a hacer muy bien.
En Sevilla está feliz: “Me gusta ir a tomar algo por Triana, también los parques… hay mucha vida en la calle comparado con mi pueblo que es más tranquilo y está a una distancia muy buena de Montijo, por lo que mis padres pueden venir muy a menudo a verme y eso me encanta”.