Despedimos la sección El alumn@ de la semana del curso con un sevillano muy carismático, Antonio.
Él es idealista con respecto al futuro: “Soñaba con estudiar algo que pudiera generar un cambio en la sociedad”. Su tío es médico y a Antonio siempre le sorprendía ver las muestras de cariño de los vecinos del pueblo; le traían cajas de fresas, ¡o de jamón!, todos se sentían agradecidos por su contribución. Su abuela, que es “su persona favorita”, le aconsejó estudiar Medicina. Y tomo la decisión.
Era tal su ilusión por ser médico que solicitó plaza en muchas universidades de España. La UPNA fue la primera en admitirle y no se lo pensó dos veces.
Antonio reconoce que la distancia se lleva… regular. Le duele no poder compartir tiempo con las personas más ancianas de la familia, ¡que no siempre permanecerán! Pero está muy enfocado en sus objetivos y sabe que el sacrificio merece la pena.
Vivir en una residencia le ha facilitado la adaptación: “Es muy fácil hacer amig@s en la residencia. Hay muchas personas que estudian lo mismo que tú, entablas relación, quedas para ir juntos a la universidad…”
Su compañero de habitación, también estudiante de Medicina, tenía much@s amig@s de Tudela en la residencia y le ayudó a integrarse: “La experiencia de compartir habitación ha sido genial, estudiamos lo mismo y somos muy compatibles”.
Él es muy polifacético. La Medicina no es su única pasión: “Tengo un amigo que también estudia Medicina en Granada, con el que comparto el interés por la Historia y la Filosofía. Nos gusta hablar del pensamiento de Nietzsche o Schopenhauer. Puedo compaginar perfectamente la lectura de una novela de entretenimiento con un libro de Ortega y Gasset”.
Antonio es muy sociable y le ¡encanta! debatir con personas que piensan diferente de él. Eso sí, se considera cabezón, y no le gusta dar la razón a otro si no la tiene. Es amigo de sus amigos, amable y conciliador. ¡Va a ser un médico tan querido como su tío!